Blog: Saltan todas las alarmas en el tráfico y consumo de drogas global

Con ocasión de la publicación del informe de Naciones Unidas sobre drogas en el mundo de 2018, consideramos urgente llamar la atención sobre la situación que se describe en relación a las tendencias en el tráfico y consumo global de drogas. De forma insistente, los últimos informes publicados muestran un peligroso y exponencial ascenso en los diferentes mercados de drogas, en la cantidad de drogas disponibles y en el incremento de su impacto social, sanitario y económico. Absolutamente todos los indicadores que miden el consumo, la producción, el tráfico, las incautaciones y la distribución de drogas están en máximos históricos.

Aunque la situación es más grave a nivel global y en Norte América, en Europa se empiezan a sentir estas tendencias después de muchos años de contención y reducción. A continuación, presentamos la situación a nivel global y en el marco de la Unión Europea.

 

A nivel mundial:

 

– La producción global de opiáceos se ha incrementado un 65%, desde 2016 a 2017, suponiendo un récord absoluto después de varios años de descenso (2007 a 2014). Las principales causas radican en el aumento del cultivo de amapola y la mejora gradual de los rendimientos en Afganistán.

– La producción de cocaína ha alcanzado el nivel más alto desde que se dispone de datos mundiales. Tras un largo periodo de descenso (de 2005 a 2013), gracias a las políticas de reducción de la oferta y el control del tráfico en los países productores, se ha entrado en un progresivo ascenso desde 2013, alcanzando un incremento del 56% hasta 2016. La principal causa es el aumento en más de 1/3 de la producción de Colombia (de 2015 a 2016) como consecuencia del fracaso de las políticas de erradicación. También, se ha detectado un aumento del consumo de cocaína, principalmente en América del Norte y del Sur.

 

Gráfico 1. Evolución de la producción de cocaína de 2006-2016 en los países productores

 

– El  consumo de cannabis es el más alto de todas las drogas, con una prevalencia del consumo del 3,9% de la población mundial, entre 15 y 64 años. El consumo ha crecido en casi todas las regiones del mundo, en adultos y en jóvenes, pero para esta última población, la prevalencia es del 5,6% (15-16 años).

– El consumo de fármacos sin receta médica está creciendo de forma alarmante, convirtiéndose en una gran amenaza para la salud pública. El fentanilo en combinación también con otras drogas es un problema en América del Norte y Canadá; y el tramadol se está distribuyendo preferentemente en zonas de África y Asia. Estos fármacos son fácilmente accesibles a través de internet, u otros canales ilegales.

Estos datos globales describen una situación alarmante, pero su impacto se agrava cuando acudimos a cifras sobre las consecuencias del consumo de drogas a nivel mundial. La falta de políticas reactivas frente a esta problemática, junto con la normalización generalizada del consumo parecen haber esfumado de la opinión pública la percepción de riesgo sobre el consumo de estas sustancias ilegales. Veamos algunas evidencias que muestran las dimensiones mundiales del impacto de este consumo.

– 5,6 % de la población mundial comprendida entre los 15-64 años consumió drogas por lo menos una vez durante 2016.

– 31 millones de personas que consumen sufren problemas de adicción que requieren de un tratamiento.

– 450.000 personas murieron como consecuencia del consumo de drogas en 2015.

– Las muertes causadas directamente por el consumo de sustancias aumentaron en un 60% entre 2000 y 2015.

– La adicción de las mujeres es más tardía que la de los hombres pero su consumo aumenta rápidamente y tiene mayor impacto en su salud.

– En 2016 se produjo el mayor record de muertes por sobredosis en Estados Unidos, 62.632 personas murieron por consumo de drogas legales, especialmente causadas por el fentanilo mezclado con otras sustancias (21% más que el año anterior).

– En 2015 y 2016 por primera vez en la historia, la esperanza de vida de Estados Unidos cayó en dos puntos consecutivos, gracias a factores asociados a las sobredosis.

 

¿Cuál es la situación en el ámbito europeo?

 

En el continente europeo, según el informe Europeo de Drogas de  2019 (EMCDDA, 2019), la situación no es tan dramática pero existen indicios de repunte en algunos indicadores que no permiten bajar la guardia. El aumento de la producción de droga en los países de origen tendrá necesariamente un impacto más o menos temprano que requerirá de un seguimiento cercano.

La distribución de drogas en Europa se realiza principalmente a través del contacto directo pero han proliferado de forma exponencial los mercados online en la red superficial y en la red profunda. En 2010 se contabilizaron más de 100 mercados anónimos en funcionamiento. Desde el cierre de algunos de ellos, como AlphaBay y Hansa, el mercado ha tenido que reorganizarse para conseguir mantener sus niveles de distribución y habrá orientado esfuerzos hacia diferentes canales. Es preciso supervisar de cerca dichas tendencias para reducir su impacto en el futuro.

La situación europea descrita en los últimos informes muestra niveles estables de consumo en la mayoría de drogas pero con indicios de aumento en algunos indicadores, especialmente respecto a las incautaciones que han alcanzado máximos históricos en prácticamente todas las drogas. A continuación, mostramos algunos datos sobre las tendencias actuales en Europa.

 

– El consumo de cannabis se mantiene estable como la droga ilegal más consumida. Casi el 20% de las personas entre 15 a 24 años declara haber consumido cannabis en el último año. En esta evolución, España se encuentra en una tendencia decreciente desde 2006 a 2016.

– El consumo de cocaína permanece estable pero con signos de aumento. España es junto a Reino Unido los países con mayores niveles de consumo europeos,  aunque en forma descendiente desde 2008. En 2019, se han registrado máximos históricos en incautaciones, duplicando la cantidad incautada en 2016.

– El consumo de MDMA y de anfetaminas permanece estable. España se encuentra en una tendencia descendiente desde 2006 a 2016.

– El consumo de heroína no es muy alto y España se encuentra en los niveles más bajos de la Unión europea. En 2019 se ha producido un repunte de las incautaciones respecto a años anteriores.

– Las incautaciones están en máximos históricos y los tres países que registran mayores niveles son España, Reino Unido y Francia que, entre ellos, representan los 2/3 de las incautaciones europeas.

– En 2019 han aumentado en la Unión europea las incautaciones de opioides sintéticos y se han detectado 49 nuevos opioides en el mercado europeo desde 2009. A pesar de que tienen menos importancia en el mercado europeo que en el americano, algunos de ellos suponen una grave amenaza para la salud pública.

La situación descrita debe, como mínimo, alertarnos de que las tendencias decrecientes alcanzadas en las últimas décadas están variando de forma drástica hacia un crecimiento en la disponibilidad de todas las drogas y en la variabilidad de opciones de consumo. Esta realidad tan dramática contrasta con las políticas y acciones gubernamentales que parecen no percatarse de la situación y sus consecuencias en un futuro mediato. Si no tomamos medidas de manera urgente en múltiples campos a la vez: regulación, control de la oferta, control de la distribución, represión de los mercados ilícitos, tratamiento de las adicciones, sensibilización y campañas de prevención, nos encontraremos con una realidad similar a la descrita para Estados Unidos, caracterizada por una regresión imparable en la salud y esperanza de vida de sus ciudadanos.

Referencias bibliográficas:

 

Palabras clave:

consumo de drogas, tráfico de drogas